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junio 20, 2011

Breve biografía y entrevista a Susana Romanos de Tiratel



En noviembre de 2010 le realicé una entrevista a Susana Romanos de Tiratel a propósito del tema del Open Acces en el contexto universitario, así como otros temas que tocan a este blog.
Creo que cuando uno de nosotros se destaca en una tarea es interesante difundirlo y dar a conocer, sobre todo a las nuevas generaciones, de qué manera se fueron forjando nuestras bases cercanas o lejanas en la profesión.

Susana es Argentina, y su dedicación y trayectoria constituyen un ejemplo para todos los Bibliotecarios.

Antecedentes personales y académicos.

Susana Romanos de Tiratel (SR) es Maestra Normal Nacional y Licenciada en Bibliotecología y Documentación por la Universidad de Buenos Aires (UBA), también es Profesora Consulta Titular de la Universidad de Buenos Aires. Actualmente se desempeña como Directora del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas, en la Facultad de Filosofía y Letras de la mencionada Universidad.
Su idea inicial al elegir estudiar la carrera de Bibliotecología, era realizar un curso corto de Bibliotecaria Auxiliar que le permitiera desempeñarse en las bibliotecas escolares (fue maestra egresada ya a sus 17 años).Esta motivación por las bibliotecas creció también cuando comenzó a trabajar desde muy joven como auxiliar administrativa en la Biblioteca de Lenguas y Literaturas Modernas, dependiente de la Biblioteca Central de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, tarea que disfrutaba profundamente. En esa Biblioteca pasó a formar parte del equipo de trabajo para la concreción del proyecto de organización del Canje Internacional de la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras. El equipo del que formó parte estaba constituido por una bibliotecaria, Magdalena Zoppi, por un empleado de maestranza, Sr. Ibarrola y por ella misma como auxiliar administrativa.
Siendo usuaria asidua de los acervos de la biblioteca, se sintió cada vez más atraída y comprometida con la institución y su gusto y fascinación por la bibliotecología fue tal que, a sus 37 años de edad, luego de formada y acomodada su familia, comienza sus estudios en la Carrera de Bibliotecología y Documentación.
A partir del año 1985 el Director le propone un cargo de auxiliar de investigación, con dedicación simple, en el Instituto de investigaciones Bibliotecológicas (INIBI). Al año siguiente presenta un proyecto a la Universidad de Buenos Aires y obtiene una beca de iniciación a la investigación, convirtiéndose, de este modo, en la primer Becaria del Instituto. Dirigió el Departamento de Bibliotecología y Documentación de 1991 a 1993, fue Vicedecana de la Facultad de Filosofía y Letras entre 1997 y 1999. Y desde diciembre de 1997 hasta la fecha ocupa el cargo de Directora del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas. Además, Susana Romanos es directora de la revista “Información, Cultura y Sociedad” desde que se creó en 1999, si bien el trabajo previo para su concreción se desarrolló, junto con un equipo que, en parte aun la secunda, durante los dos años previos a la publicación del primer número.
En 1989 se presenta y obtiene por concurso el cargo de profesora titular en el área de Recursos y Servicios de Información (Area de Referencia e información y consulta). En 2000 renueva su cargo de profesora regular, regularidad que cesa en marzo de 2008. En ese mismo año, se le otorga, en reconocimiento a sus méritos académicos, el cargo de Profesora Consulta Titular de la Universidad de Buenos Aires, cargo que le permite seguir trabajando en la Facultad en actividades de investigación y de postgrado.
Es partícipe de varios proyectos de investigación en las áreas de historia de la bibliografía en la Argentina, estudios de usuarios, indagaciones sobre la representatividad internacional de las revistas argentinas y otras que se ven reflejadas en las publicaciones de capítulos de libros, libros y artículos en revistas nacionales e internacionales. Una investigación, dirigida inicialmente por Susana Romanos, y que le ha resultado de interés a esta entrevistadora, trata de la situación de los bibliotecarios argentinos a la hora de planificar, argumentar y negociar la adquisición de las revistas electrónicas frente a los proveedores. El grupo de trabajo para este proyecto, surge a posteriori de un curso de postgrado que Susana Romanos dictó en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) sobre la situación de las publicaciones periódicas electrónicas. El interés particular que generó el curso para realizar este proyecto, tiene que ver con las necesidades de conocimiento sobre los aspectos legales e idiomáticos por parte de los bibliotecarios, en el proceso de intercambio que realizan para sus instituciones frente a los proveedores de contenidos de acceso electrónico. Otro interesante proyecto en curso, analiza la producción científica registrada de los investigadores financiados por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la UBA. Se trata de conocer, a partir de sus informes finales de investigación, las preferencias de tipos documentales y de canales de comunicación para dar a conocer y difundir el conocimiento generado por su actividad de investigación. De este modo, se intenta conocer qué es lo que producen, dónde lo difunden, de qué manera lo hacen, así como analizar los canales que eligen a la hora de publicar sus trabajos.

Entrevista:
¿Cómo está influyendo en la actualidad el Movimiento Open Access en la gestión de las Bibliotecas Universitarias?


SR: Históricamente, nosotros los bibliotecarios hemos tenido siempre una tendencia, por nuestra formación teórica, a defender el acceso igualitario a la información. El movimiento por el acceso a la información que se daba hace dos siglos en el contexto de la biblioteca pública, hoy se repite en el ámbito universitario y académico. Al movimiento Open Access lo interpreto como un movimiento de Biblioteca digital abierta, de contenidos públicos y de libre acceso. Open significa “Libre” (antes que abierto) porque acceso abierto puede ser “pago”, pero la palabra libre no da lugar a confusión alguna. Existe una asimetría alarmante entre científicos, bibliotecarios, editores y agentes comerciales de distribución de información, que adhieren al Open Access. Esta relación asimétrica, tiene que ver con que los publicadores de alta gama y los distribuidores de paquetes consolidados de recursos informativos se apropian de los recursos en acceso libre, es decir, remiten a recursos Open Access que incluyen en sus plataformas de servicios de acceso. Esto lo veo como una gran brecha, usan recursos gratuitos libremente cedidos por sus autores pero, estos no pueden acceder sin previo pago a otros recursos bibliográficos comercializados por dichos proveedores.
Los bibliotecólogos adherimos a una tradición militante, pero el pensamiento lineal, estructurado en una sola dirección puede cegarnos a la hora de aceptar las diferencias y tratar de no imponer a raja tabla nuestros puntos de vista. Hay discrepancias y variaciones en cada una de las estructuras disciplinares, ya que existe el caso de quienes patentan sus descubrimientos sacando dinero de ello, usufructuando sus derechos de autoría, de descubrimiento o de invención y, por lo tanto, no se inclinan a adherir al Open Access ni podrían hacerlo, en muchos casos. Este podría ser el caso de costosas investigaciones que se publican como trabajos originales, y se da mucho en el ámbito, por ejemplo, de la investigación de nuevos fármacos para la salud.
Las bibliotecas Universitarias Argentinas ven al Open Access como un movimiento muy importante. El 21 de octubre se hará la Jornada Virtual de Acceso Abierto a la Información, será un evento muy trascendente ya que se presentarán experiencias e iniciativas nacionales de Acceso Abierto, permitiendo así la participación de investigadores; tecnólogos; becarios; autoridades y tomadores de decisión; editores científicos; bibliotecarios; docentes; informáticos; estudiantes de grado, maestría, doctorado y postdoctorado de todo el país. La Jornada se realiza por cuarta vez a nivel mundial y va del 18 al 24 de Octubre bajo el lema “Leer, Compartir y Avanzar”, su objetivo es promocionar el Acceso Abierto como una nueva norma académica y científica. La solución para el problema planteado, está en nuestras manos y en la consciencia de cada productor científico, sobre todo, en el ámbito público donde el tema del acceso libre cobra una dimensión ética. Quien publica en el contexto académico público, debería adherir a este movimiento o, al menos, no publicar sus producciones intelectuales en revistas de acceso pago para su comunidad científica. Una posibilidad es la existencia de más repositorios institucionales donde los científicos puedan publicar sus trabajos y, al mismo tiempo, difundirlos en su comunidad. Los repositorios permiten aumentar la difusión y la visibilidad.

¿Cuál sería para usted en la actualidad la actitud y proceder de la Dirección de la Biblioteca Universitaria en el contexto actual?

SR: Las bibliotecas argentinas trabajan mucho y muy bien, y los bibliotecarios tienen una verdadera actitud de vanguardia, pero funcionan en un contexto institucional tradicional donde la gente con poder aun no entiende bien la importancia de los movimientos como el Open Access.
Hay mucho interés en la innovación, la digitalización de los acervos, etc., pero aun falta mejorar la comunicación con los tomadores de decisiones, por eso, es necesario enfocarse en mostrar, sobre todo, el impacto que cada idea plantea como desafío y la manera en la que mejora la realidad de las bibliotecas argentinas.

¿Cuál es su opinión sobre la formación en Alfabetización informacional en el usuario universitario?

SR: Creo que es un error pensar que con los cursos de la biblioteca vamos a solucionar el problema de la alfabetización. Para alfabetizar habría que cambiar todo el sistema educativo, enseñando desde la primaria aquellos elementos que están faltando. Por ejemplo, qué es lo que deben buscar, de qué modo, en qué informaciones confiar y que no aceptar. Fomentar el desarrollo del pensamiento crítico a través de clases que sean realmente participativas.
El principal problema hoy es que los alumnos se han educado con un gran pragmatismo. Es decir, que estudian para salvar una prueba o un examen, no para conocer. Aun así, muchas veces esto debe ser cubierto y comprendido por parte de los bibliotecarios y la biblioteca debería contar con este tipo de orientación, ya que esto es lo que necesita el alumno hoy.

¿Puede describir en general cuál es su visión sobre los Estudios de usuarios en el contexto de la tarea actual en el desarrollo de colecciones y la Dirección de la biblioteca Universitaria?

SR: En la UBA, los alumnos de bibliotecología tienen dos materias que son: Estudio de usuarios y Desarrollo de la colección, sin embargo, en la realidad argentina, para que existan estudios de usuarios de la información, hace falta contar con más bibliotecólogos. La verdad es que en las bibliotecas argentinas hay muy pocos bibliotecarios y es por eso que la práctica demuestra que se prioriza cumplir con el servicio sobre otras actividades. Sería diferente si se contara con bibliotecarios consultores que realicen este tipo de tareas.

¿Qué rol juega hoy la investigación en el área de Bibliotecología y Ciencia de la Información?


SR: Pienso que es muy importante investigar ya que ninguna profesión puede avanzar si no se consolida como disciplina. Hay diferencia entre disciplina y profesión: si solo se ejerce la profesión (el saber hacer), se descuida el saber ser y el saber pensar. La reflexión teórica sobre lo que se hace solo se obtiene con la investigación. Asimismo, la investigación se desprende de la teoría.

Usted realiza una afirmación en una de sus ponencias: “La función del bibliotecario en la sociedad del futuro” (1993) que dice así: “tener conocimiento y saber cómo alcanzarlo es lo que verdaderamente da poder a las comunidades”, hoy ¿qué considera usted es lo que le da poder a las comunidades?

SR: Lo que les da poder a las comunidades, es la conciencia real de que la información los hace libres. Si la comunidad tiene conciencia de esto, sabrá obtener y evaluar la información.
Por eso la profesión del bibliotecólogo es estratégica para las sociedades, y esto los países avanzados lo saben.
En estas 7 respuestas, Susana Romanos ha dejado claro su punto de vista, mostrando una vez más su experiencia y visión de conjunto de la profesión bibliotecaria Argentina y Latinoamericana, apoyando como siempre, los conceptos que nos acercan al saber ser, lo que nos posibilitaría, sin dudas, marcar grandes diferencias en la práctica cotidiana del contexto bibliotecario.